El dios Sol descendió en Abu Simbel
Quien quiera sostener que la precisión matemática de la orientación de los templos que aún se conservan de la antigua civilización egipcia, es pura casualidad del destino, está tan equivocado como quien asegura que el sol no quema.
Es que, a propósito del sol, y como una de las divinidades más veneradas por los habitantes del ancestral imperio de las arenas, el propio Ra, desciende dos veces al año sobre el monumental templo que construyera el faraón Ramsés II, rey de la XIX dinastía del Nuevo Imperio (entre 1539 y 1077 antes de Cristo).
Este fenómeno astronómico se produjo esta madrugada ante la presencia de casi diez mil turistas maravillados con el singular espectáculo. El "descenso del Dios", comenzó a las 05:55 (hora local) para permanecer durante 24 minutos en el rostro de la esfigie del Rey y luego desplazarse hacia su izquierda, a la mismísima faz de la imagen del dios Amón.
A partir de allí, durante un viaje sideral de 60 metros, el sol llegó al corazón del templo anunciando el comienzo del mes de "Bert", la época de cosecha en el antiguo Egipto y la celebración del ascenso al trono de Ramsés II.
Un espectáculo multicolor de danzas y música fue organizado como cada año por las autoridades culturales locales para entretener a los concurrentes al inusual fenómeno.
Si no pudiste presenciar esta singular ocasión en el día de ayer, puedes ir preparando tus maletas para viajar a Abu Simbel el próximo 22 de Febrero, en el que el fenómeno volverá a ocurrir para conmemorar el cumpleaños de Ramsés II.
¿Casualidad? Si... claro...
Es que, a propósito del sol, y como una de las divinidades más veneradas por los habitantes del ancestral imperio de las arenas, el propio Ra, desciende dos veces al año sobre el monumental templo que construyera el faraón Ramsés II, rey de la XIX dinastía del Nuevo Imperio (entre 1539 y 1077 antes de Cristo).
Este fenómeno astronómico se produjo esta madrugada ante la presencia de casi diez mil turistas maravillados con el singular espectáculo. El "descenso del Dios", comenzó a las 05:55 (hora local) para permanecer durante 24 minutos en el rostro de la esfigie del Rey y luego desplazarse hacia su izquierda, a la mismísima faz de la imagen del dios Amón.
A partir de allí, durante un viaje sideral de 60 metros, el sol llegó al corazón del templo anunciando el comienzo del mes de "Bert", la época de cosecha en el antiguo Egipto y la celebración del ascenso al trono de Ramsés II.
Un espectáculo multicolor de danzas y música fue organizado como cada año por las autoridades culturales locales para entretener a los concurrentes al inusual fenómeno.
Si no pudiste presenciar esta singular ocasión en el día de ayer, puedes ir preparando tus maletas para viajar a Abu Simbel el próximo 22 de Febrero, en el que el fenómeno volverá a ocurrir para conmemorar el cumpleaños de Ramsés II.
¿Casualidad? Si... claro...
Volver a Su Agencia de Viajes