Agencia de Viajes

jueves, 3 de abril de 2008

Buenos Aires, la Reina del Plata

Inmensa, pujante, clásica, vanguardista, siempre sorprendente. Estos podrían ser algunos de los adjetivos que mejor le caben a la gran urbe del sur de América. Buenos Aires, capital de la República Argentina, es sin dudas una de las ciudades más impactantes del continente.

Comparada por muchos con París, Buenos Aires tiene un aire europeo de distinción que la distingue por sobre el resto de las capitales americanas y la melancolía inconfundible que supieron impregnarle las hordas de inmigrantes que llegaron a su puerto a principios del siglo XX. Europeos que huían de los horrores de las guerras y el hambre, hallaron en suelo argentino la bonanza de la extensa pampa húmeda, tierras fértiles, oportunidades de trabajo y crecimiento, como ellos decían "fueron a hacer la América" y lo consiguieron.

Pero en el proceso dejaron la inevitable nostalgia de sus patrias de origen, y así, a fuerza de nostalgia, modelaron la singular personalidad de los argentinos, rara mezcla de judíos, españoles, italianos, polacos, árabes y chinos.

Buenos Aires es bella por donde la mires: sus impresionantes avenidas y descomunales edificios de la más absoluta modernidad, se entremezclan con pintorescos barrios de inconfundible impronta "tanguera".

El tango es, sin dudarlo, el sello inconfundible de esta ciudad cosmopolita y moderna. Termómetro de la realidad argentina, Buenos Aires es el polo donde confluyen todos los sueños, al extremo que los propios argentinos tienen una frase que define la importancia de esta ciudad en el contexto de su país y del resto de América: "Dios está en todas partes, pero atiende en Buenos Aires".


Con una vida cultural que la destaca a nivel mundial, sus museos, teatros, bares y salas de cine permanecen abiertos todo el día y por las noches la ciudad adquiere una vitalidad inusual, con propuestas culturales de toda índole, para todos los gustos y bolsillos. Desde las exquisitas galas del Teatro Colón, uno de los coliseos más prestigiosos del mundo hasta modestos espectáculos del "underground" porteño, todo merece la pena.

A la excelente propuesta turística de la ciudad debemos sumar dos aspectos que benefician particularmente a los viajeros de todo el mundo: 1.- el cambio monetario (1€=4.75 pesos argentinos) permite llegar a un destino magnífico gastando muy poco. 2.- es una ciudad recientemente declarada "gay friendly" por lo que este sector turístico ha hecho de Buenos Aires una visita obligada en charters especiales y hasta en sofisticados cruceros que llegan a su puerto y permanecen algunos días decididos a disfrutar de la noche argentina.

Carnes inmejorables, vinos selectos, tango del mejor, Borges, Evita, Maradona, imágenes inolvidables de una Argentina que debate su destino a fuerza de trabajo, talento y melancolía.