Londres, capital de los contrastes
Hay un viejo refrán muy popular en Gran Bretaña que dice que “si te paras en una esquina de Picadilly Circus, tarde o temprano verás pasar a un conocido”. Y es que Londres ha sido siempre la ruta obligada de viajeros de todos los confines del planeta en su camino hacia alguna parte, en todas las épocas. Clásica, rebelde, adusta y vanguardista, Londres es una paleta inagotable de contrastes y contradicciones.
Sus aires de ciudad monárquica conviven (casi pacíficamente) con sus zonas más jóvenes, una inconfundible vanguardia post-moderna y su proverbial desafío a las normas que impone el sistema global. Durante el día, brillan radiantes las joyas de la corona a la luz del sol, por las noches Londres es sinónimo de desenfado y originalidad. “Cautivante” es la palabra que mejor define a la milenaria reina de ciudades.
Para recorrerla lo mejor será contar con la asistencia de un guía local para recorrer con seguridad ciertos circuitos que de otro modo te extraviarías. Sugerimos asomarse al Támesis que atraviesa la ciudad, el Gran Reloj, sus barrios más clásicos y los más irreverentes, Houses of Parliament, 10 Downing Street hogar del Primer Ministro, la Abadía de Westminster, La catedral de St. Paul, Trafalgar square, entre otros El mundo entero llega a Londres cautivado por la diversidad cultural, el estilo de vida progresista y la infinita gama de posibilidades sociales y de entretenimiento que ofrece.
Es imposible evitar una escapada hasta Stonehenge, ubicado en Wiltshire. Este monumento megalítico cuya extraordinaria arquitectura y misterio asombran al mundo, despierta la curiosidad y admiración de los miles visitantes que la recorren cada año. No existe monumento en el planeta que pueda compararse a este enigmático santuario, construido con grandes bloques rectangulares de piedra, y sobre el cual, científicos e investigadores han rivalizado por encontrar el origen y significado.
Otro sitio muy interesante es la romana localidad de Bath, fundada en el siglo I de nuestra era y uno de los más curiosos sitios de Inglaterra. Aún sin excavar, se encuentran partes de los baños que construyeron los Romanos sobre un cálido manantial subterráneo hace casi dos milenios. Disfrutar de estas cálidas aguas es puro placer para el cuerpo y la mente. También se puede admirar la Abadía de Bath, la casa de Sully Lunn y el puente Pulteney.
Una cita obligada es el Castillo de Windsor, un colosal edificio que, junto con Buckingham en Londres y Holyrood en Edimburgo, es una de las residencias oficiales de la monarquía británica. La reina Isabel II se traslada allí algunos fines de semana y durante las célebres carreras de caballos que se celebran en Ascot. Windsor es uno de los mayores castillos del mundo que aún están habitados así como uno de los más antiguos y ha sido testigo de notables hechos en la historia de Inglaterra como bodas y funerales de la realeza, nacimiento de príncipes, etc.
Londres es una inagotable reserva de lugares, monumentos y sensaciones que sólo el viajero intrépido, atento y observador podrá descubrir.
Sus aires de ciudad monárquica conviven (casi pacíficamente) con sus zonas más jóvenes, una inconfundible vanguardia post-moderna y su proverbial desafío a las normas que impone el sistema global. Durante el día, brillan radiantes las joyas de la corona a la luz del sol, por las noches Londres es sinónimo de desenfado y originalidad. “Cautivante” es la palabra que mejor define a la milenaria reina de ciudades.
Para recorrerla lo mejor será contar con la asistencia de un guía local para recorrer con seguridad ciertos circuitos que de otro modo te extraviarías. Sugerimos asomarse al Támesis que atraviesa la ciudad, el Gran Reloj, sus barrios más clásicos y los más irreverentes, Houses of Parliament, 10 Downing Street hogar del Primer Ministro, la Abadía de Westminster, La catedral de St. Paul, Trafalgar square, entre otros El mundo entero llega a Londres cautivado por la diversidad cultural, el estilo de vida progresista y la infinita gama de posibilidades sociales y de entretenimiento que ofrece.
Es imposible evitar una escapada hasta Stonehenge, ubicado en Wiltshire. Este monumento megalítico cuya extraordinaria arquitectura y misterio asombran al mundo, despierta la curiosidad y admiración de los miles visitantes que la recorren cada año. No existe monumento en el planeta que pueda compararse a este enigmático santuario, construido con grandes bloques rectangulares de piedra, y sobre el cual, científicos e investigadores han rivalizado por encontrar el origen y significado.
Otro sitio muy interesante es la romana localidad de Bath, fundada en el siglo I de nuestra era y uno de los más curiosos sitios de Inglaterra. Aún sin excavar, se encuentran partes de los baños que construyeron los Romanos sobre un cálido manantial subterráneo hace casi dos milenios. Disfrutar de estas cálidas aguas es puro placer para el cuerpo y la mente. También se puede admirar la Abadía de Bath, la casa de Sully Lunn y el puente Pulteney.
Una cita obligada es el Castillo de Windsor, un colosal edificio que, junto con Buckingham en Londres y Holyrood en Edimburgo, es una de las residencias oficiales de la monarquía británica. La reina Isabel II se traslada allí algunos fines de semana y durante las célebres carreras de caballos que se celebran en Ascot. Windsor es uno de los mayores castillos del mundo que aún están habitados así como uno de los más antiguos y ha sido testigo de notables hechos en la historia de Inglaterra como bodas y funerales de la realeza, nacimiento de príncipes, etc.
Londres es una inagotable reserva de lugares, monumentos y sensaciones que sólo el viajero intrépido, atento y observador podrá descubrir.
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