Ya no puedes comer en Roma
Puede resultarte algo extraño el título de esta entrada, pero no es una metáfora, es la realidad que impone una reciente ordenanza emitida por el propio ayuntamiento de la ciudad.
Está bien, tal vez me haya expresado mal, las autoridades no prohíben "comer" sino hacerlo a toda hora, en cualquier sitio y con las consecuencias que ya conocemos: un basural a cielo abierto.
Y es que si has tenido oportunidad de caminar por los más importantes atractivos turísticos de la ciudad eterna, habrás descubierto (con horror) que muchos turistas (no todos) y lugareños (no todos) hacen de los puntos turísticos más visitados un espacio apto para improvisados picnics y bocadillos rápidos, dejando tras de sí una inconfundible huella de residuos, papeles, bolsas y envases.
Es cierto que el municipio de Roma se ocupa de mantener relativamente limpios los sitios históricos, pero al parecer ellos también se han cansado de la indiferencia de propios y extraños.
Es por eso que se anunció una medida "experimental" que tendrá vigencia hasta el próximo 31 de Octubre y que consiste en la aplicación de una estricta ordenanza municipal que expresamente "prohíbe comer, beber, ensuciar y hacer ruidos molestos, en puntos específicos de la ciudad". Desobedecer esta disposición podría costarte hasta 50€ de multa.
A quienes no hayan visitado Roma podrá parecerles algo extraño que las autoridades hayan tomado esta decisión extrema para mantener la ciudad en un estado medianamente decoroso para ser visitada, pero créeme, el amigable sol de Italia, la gran cantidad de atractivos turísticos tan cercanos unos de otros, el elevado costo de vida de la ciudad, entre otros factores, son invitaciones constantes para el clásico picnic en las cálidas tardes romanas.
No más helados mientras caminas, ni castañas asadas en el invierno, ni fotografiar el Coliseo con una porción de pizza en la mano. Basta. Ahora a comportarse en Roma como si toda la ciudad fuera un gran museo, y lo es.
Está bien, tal vez me haya expresado mal, las autoridades no prohíben "comer" sino hacerlo a toda hora, en cualquier sitio y con las consecuencias que ya conocemos: un basural a cielo abierto.
Y es que si has tenido oportunidad de caminar por los más importantes atractivos turísticos de la ciudad eterna, habrás descubierto (con horror) que muchos turistas (no todos) y lugareños (no todos) hacen de los puntos turísticos más visitados un espacio apto para improvisados picnics y bocadillos rápidos, dejando tras de sí una inconfundible huella de residuos, papeles, bolsas y envases.
Es cierto que el municipio de Roma se ocupa de mantener relativamente limpios los sitios históricos, pero al parecer ellos también se han cansado de la indiferencia de propios y extraños.
Es por eso que se anunció una medida "experimental" que tendrá vigencia hasta el próximo 31 de Octubre y que consiste en la aplicación de una estricta ordenanza municipal que expresamente "prohíbe comer, beber, ensuciar y hacer ruidos molestos, en puntos específicos de la ciudad". Desobedecer esta disposición podría costarte hasta 50€ de multa.
A quienes no hayan visitado Roma podrá parecerles algo extraño que las autoridades hayan tomado esta decisión extrema para mantener la ciudad en un estado medianamente decoroso para ser visitada, pero créeme, el amigable sol de Italia, la gran cantidad de atractivos turísticos tan cercanos unos de otros, el elevado costo de vida de la ciudad, entre otros factores, son invitaciones constantes para el clásico picnic en las cálidas tardes romanas.
No más helados mientras caminas, ni castañas asadas en el invierno, ni fotografiar el Coliseo con una porción de pizza en la mano. Basta. Ahora a comportarse en Roma como si toda la ciudad fuera un gran museo, y lo es.
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