Agencia de Viajes

domingo, 27 de julio de 2008

¿Cómo escoger un buen hotel?

En los albores del turismo moderno, era muy común que una persona llegara a una ciudad y preguntando a los lugareños o en las oficinas gubernamentales buscara asesoramiento sobre los diferentes tipos de alojamiento que ofrecía esa ciudad. Otra opción era alojarse donde lo había hecho un amigo, y que nos recomendaba (o no) sobre las ventajas y desventajas de tal o cual hotel.

Está de más decir que los tiempos han cambiado. Las agencias de viajes primero, e Internet después, han puesto al alcance de todo tipo de viajero, cientos de propuestas lo que conlleva la ventaja de tener un espectro más amplio para escoger, y por supuesto, la desventaja de tener "demasiados" lugares para escoger.

Hay algunos factores que determinan de manera contundente el tipo de alojamiento más adecuado a nuestras necesidades: no será lo mismo un viaje de negocios, que uno de placer; vacaciones con la familia que luna de miel; una escapada de fin de semana a la tranquilidad de la montaña que un tour de compras a Londres. Lo cierto es que a pesar de la diversidad y el increíble abanico de oportunidades que existen en la actualidad, hay algunos "detalles" que continúan siendo de relevancia al momento de escoger un buen hotel. Me permito dejarte aquí unas sugerencias que estoy seguro te ayudarán a tomar una decisión más acertada en tu próximo viaje:

  • Ubicación: este punto es decisivo al momento de considerar un establecimiento hotelero. Es probable que sus fotografías en la web o la reputación del mismo sean intachables, pero ¿cuán cerca o lejos queda de los puntos de interés que te llevan a tí a esa ciudad? Si tu viaje es por negocios, poco práctico será alojarte en un resort a varios kilómetros de la ciudad. Si buscas unas vacaciones en contacto con la naturaleza, ese hotel del centro financiero no es el más recomendable. No te dejes engañar por las imágenes, consulta siempre la ubicación exacta del hotel en cuestión, en especial si es segura la zona donde se halla.
  • Tarifas: creerás que es un asunto menor pues nadie viaja desconociendo el precio que habrá de pagar por el alojamiento, sin embargo debes darle importancia al precio del hotel, pues podrías encontrarte algunas sorpresas. ¿El precio es por persona o por habitación? ¿Incluye desayuno? ¿Incluye impuestos? ¿Incluye otros servicios? ¿Cuáles? ¿Cuáles no? ¿Admite tarjetas de crédito?. Es muy común que los hoteles publiciten sus tarifas más económicas, que por lo general corresponden a sus habitaciones menos requeridas. Por ejemplo: si al llegar descubres que la habitación reservada carece de baño privado, querrás cambiarla por otra; seguramente eso te costará más, ¿cuánto?
  • Servicios: antes de confirmar una reserva debes asegurarte cuáles son los servicios que brinda el hotel, y lo más importante, cuáles son los servicios que NO brinda. Muchos establecimientos enumeran las comodidades con las que cuentan, pero no especifican cuáles deben pagarse aparte. Spa, gimnasio, room-service, sauna, estacionamiento cubierto, son términos muy tentadores pero que en algunos casos no están incluídos en el precio de pernocte. Acudir a cadenas hoteleras de renombre suele solucionar el tema de los servicios, pues se hallan estandarizados para tranquilidad de sus clientes alrededor del mundo.
Recuerda que un hotel vende noches de habitación. Todo lo que preguntes para tu comodidad no estará de más y te ahorrará malos momentos. Créeme, no todo lo que brilla es oro...