Agencia de Viajes

viernes, 27 de junio de 2008

Claves para comprar recuerdos de viaje

Cuando por algún motivo debo buscar algo en el ático de mi casa, me encuentro con infinidad de objetos (exóticos algunos, de dudoso buen gusto los más) adquiridos (compulsivamente) durante las vacaciones en lugares tan lejanos como extravagantes.

Es que cuando uno visita destinos turísticos por primera vez, al menos en mi caso, se halla entusiasmado por la oportunidad de conocer otros estilos de vida, otra cultura, otra idiosincracia, una manera de ver y pensar diferentes. Y ésto nos lleva a adquirir cuanto objeto más o menos típico del lugar pasa frente a nuestros ojos.

Desde horrendos ceniceros fabricados con caracolas, pasando por tapices de cuestionable calidad, cerámicas, mantas, sombreros y hasta las infaltables camisetas con las más curiosas leyendas impresas, son susceptibles de ser adquiridas, ya sea para llevar de obsequio o para uso personal (cosa que nunca sucede).

Por eso, luego de varias experiencias personales, he querido dejarte esta entrada con algunas claves que te ayudarán a comprar recuerdos de tus vacaciones, pero de una manera más práctica y por cierto, mucho menos compulsiva. Si eres de los que te detienes frente a cada puesto de artesanías o escaparate de artículos regionales, pues entonces estos consejos son para tí:
  • ¿Tienes lugar suficiente en tu equipaje para llevar ese artículo que vas a comprar? ¿Es frágil? ¿Cómo sabes que llegará a destino en buenas condiciones? Piénsalo de nuevo.
  • Lo ideal es recorrer la ciudad en los primeros días llevando la lista de personas a las que deseas obsequiar un recuerdo a tu regreso. Mira con detenimiento los escaparates y decide qué le comprarás a cada quien, tomando debida nota de ello, pero deja las compras para los últimos días. Tal vez en el transcurso de tus vacaciones encuentres otro objeto que te apetezca más y decidas cambiar de opinión. No olvides apuntar la dirección de los comercios donde has visto el presente en cuestión.
  • Aunque tengas lugar de sobra en tu equipaje para llevarte toda una tienda, ¿estás dispuesto a pagar el cargo por exceso de equipaje que seguramente te cobrará la compañía aérea? Si es así, ¿se justifica el gasto? Tal vez pagues algunos cientos de euros sólo para poder transportar esos ceniceros de piedra que compraste por unos pocos centavos. Mal negocio.
  • ¿Estás seguro que el artículo que quieres comprar no existe en tu país? Recuerda que la globalización todo lo abarca y no sería extraño que pudieras comprar lo mismo a la vuelta de tu casa.
  • ¿Es un objeto permitido por las autoridades? En países de gran tradición arqueológica (Egipto, Perú, etc.) hay ciertos productos considerados patrimonios nacionales que no pueden sacarse del país (algo que por supuesto no te informará el mercader que te lo ofrezca) y podrías encontrarte con la desagradable sorpresa de que te sea retenido en el aeropuerto. Tampoco podrás sacar frutos (aunque sean secos), ni semillas, ni animales, entre otras cosas. Mejor infórmate correctamente con las autoridades aduaneras al arrivar al aeropuerto. Ellos con gusto te entregarán un instructivo sobre este delicado asunto.
  • ¿Has considerado el volumen de lo que compras? Una cosa es un dije del mercado del oro de Turquía y otra cosa bien diferente (en valor y tamaño) es un sombrero de Mariachi comprado en México. ¿Cómo lo transportarás? Probablemente los pasajeros a tu lado en el avión te recuerden la mala decisión de adquirir ese "souvenir".
  • El objeto que estás comprando ¿tiene relación con el estilo decorativo de tu casa? ¿Dónde lo exhibirás? No sería la primera vez que al llegar de regreso de tu viaje descubres con espanto que ese artículo que compraste con tanta emoción, es una bofetada al buen gusto al colocarlo en tu sala. Analízalo detenidamente, imagina cómo y donde lo pondrás, ¿aún así insistes en comprarlo? Adelante.
Estos son los principales resultados de una serie de bochornosas y divertidas anécdotas que podría contarte, pero estoy seguro que podrás aportar algunos consejos más a este listado. Recuerda: un souvenir es algo que debe desencadenar agradables recuerdos al contemplarlo cada día en casa. Si no sirve para eso, pues entonces, no sirve para nada.