Agencia de Viajes

lunes, 9 de junio de 2008

Bed & Breakfast, una opción para viajeros poco exigentes

A la hora de decidir nuestras vacaciones, las opciones son innumerables. Bus, avión, automóvil o aventón. Hotel, hostel, cabaña, carpa o bed & breakfast. Y este es el motivo de este post, ¿conoces la diferencia entre los distintos tipos de alojamiento?

Este punto es de vital importancia puesto que no querrás encontrar sorpresas al arribo al establecimiento donde realizaste la reserva, ¿verdad?. Por lo general las autoridades del área de turismo en cada ciudad se ocupan de categorizar a los prestadores de servicios de hostelería en diferentes modalidades, y su clara identificación te permite conocer qué tipos de servicios habrás de encontrar en cada caso, cuáles no, y cuáles son los que mejor se ajustan a tus necesidades, ya sea tu viaje de placer o negocios.

Hoy nos ocuparemos de los populares "bed & breakfast". Su nombre claramente ofrece "cama y desayuno", y no hallarás más que eso: un lugar donde dormir y un desayuno en la mañana. Tal vez pienses que un hotel ofrece un servicio similar, sin embargo no es así.

Los B&B son establecimientos pequeños, con unas pocas habitaciones, muchas veces, casas de familia transformadas en alojamientos. Allí no hallarás conserjes, ni botones, son lugares atendidos por sus propios dueños, con un clima de intimidad familiar bien definido. No tendrás tampoco grandes espacios de uso común, tal vez un living donde ver televisión pero no más. El único espacio público suele ser el utilizado para el servicio de desayuno.

Los B&B son ideales como opción para quienes no desean gastar mucho dinero en alojamiento, pero contar con las necesidades básicas cubiertas. En muchos casos las habitaciones tienen baños privados, pero en otros los baños son compartidos. Es importante que te asegures de este punto al momento de la reserva.

Los hay en todo el mundo, y en los últimos años han alcanzado gran popularidad. Algunos son muy pintorescos y sencillos, otros son de un exquisito buen gusto en su decoración y servicios. En todos los casos, es una alternativa válida para conocer una ciudad a través de la idiosincracia de su gente, pues en un B&B reina un clima de familiaridad que invita al diálogo y elimina la impersonalidad de los hoteles (y muchas de sus comodidades también, claro).