Agencia de Viajes

martes, 27 de mayo de 2008

Cómo evitar el síndrome de la clase turista

En los inicios de la aeronavegación, volar era realmente un lujo que muy pocos podían darse. Sin embargo, el notable incremento en la cantidad de vuelos disponibles y la incorporación constante de nuevos destinos, hizo que muchos destinos, inaccesibles a otros medios de transporte, hallaran en el avión la única opción posible.

Por consiguiente la demanda de los viajeros creció, haciendo más accesible económicamente a las aerolíneas como principales medios de transporte, sumando el hecho de que resulta la manera más rápida, eficiente y segura de viajar.

Pero ninguno de estos logros y avances tecnológicos y comerciales podía ser gratuito. Las empresas de aeronavegación vieron en la cantidad de pasajeros disponibles una veta importante de ganancias, para lo cual decidieron optimizar sus vuelos, es decir, transportar a la mayor cantidad de personas posibles en un mismo avión. ¿El resultado? menor espacio por pasajero dentro de la aeronave.

Esto trajo como consecuencia la posibilidad concreta de sufrir una embolia pulmonar debido a una trombosis venosa profunda, que se conoce como "síndrome de la clase turista".

Por lo general se manifiesta en los miembros inferiores, y si bien son más propensas aquellas personas que luego de una cirugía deben permanecer en reposo por mucho tiempo, se evidenció el riesgo a bordo de los aviones en vuelos muy extensos, especialmente los intercontinentales, potenciado por la presurización de las cabinas.

La trombosis venosa se produce cuando la sangre comienza a circular más lentamente, y una de las principales causas pueden ser la permanencia sentados o de pie por largos períodos de tiempo. Las piernas comienzan a hincharse y doler y el riesgo de la formación de un coágulo que obstruya el paso sanguíneo es mayor.

Las principales recomendaciones para aquellos viajeros que deben permanecer durante muchas horas a bordo de un avión son:
  • Una vez cada hora, dar una pequeña caminata por los pasillos del avión, para promover la circulación,
  • Mientras estás sentado, puedes estirar las piernas, mover los pies y los dedos, masajear suavemente el cuello,
  • No consumas alcohol, té o café, pues sus efectos vasodilatadores podrían empeorar los síntomas
  • Usa ropa cómoda, quítate el calzado y mantén flojo el cinturón
  • No cruces las piernas ni adoptes posturas extrañas, trata de permanecer sentado lo más relajado y natural posible,
  • No coloques equipaje debajo de los asientos delanteros, ni nada que te quite espacio, (que ya de por sí es pequeño)
  • Consume bastante agua durante todo el vuelo para equilibrar la deshidratación que se produce por la sequedad del ambiente a bordo,
  • Todo el tiempo acata las órdenes del personal de a bordo y ante cualquier malestar no dudes en acudir a ellos, pues tienen la capacitación suficiente para atender a tus necesidades.