Agencia de Viajes

miércoles, 30 de abril de 2008

Woodstock vive

Cuando el mundo aún no se recuperaba del estupor de la llegada del primer hombre a la Luna. Cuando los estridentes acordes de los Beatles golpeaba aún la almidonada sociedad global. Cuando los peinados eran tan voluminosos como la rebeldía. Cuando todo esto sucedía de manera ininterrumpida y vertiginosa, un evento musical que cambiaría la historia comenzaba a gestarse en una desconocida localidad al norte de Nueva York.

170kms separan a la mítica Woodstock de la Gran Manzana, pero no fueron impedimento para que un millón de personas se congregaran a celebrar la música en un acontecimiento que marcó un antes y un después en el concepto de festivales multitudinarios, y que sirvió de catapulta para estrellas de la talla de Jimmy Hendrix, Joan Baez, Janis Joplin o The Grateful Dead entre otros.

Corría Agosto de 1969 y el mundo se conmocionaba con una fiesta musical en la que primaba el lema "haz el amor y no la guerra". El "power flower" alcanzaba el clímax y la marihuana (y otras drogas) potenciaban los sentidos del millar de asistentes que durante varios días colmaron sin moverse del lugar y sacudían la calma pueblerina de la pintoresca Woodstock.

40 años después, decir Woodstock es decir música, rock & roll, desenfado, descontrol, juventud, alegría, sueños, ideales y rebeldía. Aún hoy, quienes tuvieron la posibilidad de asistir a aquel mágico evento, se sienten parte de una cofradía que los vuelve casi tan místicos como a la fiesta máxima de la música de todos los tiempos.

Y algo tan importante merecía un homenaje. Es por eso que el próximo 2 de Junio, un museo íntegramente dedicado a la celebración musical del ´69 abrirá sus puertas en el mismo predio donde se realizara el legendario festival.

En el museo podremos ver películas y pasatiempos interactivos sobre Woodstock y su esencia, así como artefactos y recuerdos que fueron moneda corriente en aquél evento, como posters publicitarios, programas, atuendos, entre otras curiosidades.

Woodstock vivirá siempre en el corazón de toda una generación, y ahora las generaciones posteriores tendrán también la oportunidad de asomarse por unos instantes al gran evento musical del siglo XX.