Agencia de Viajes

viernes, 25 de abril de 2008

No te enfermes en tu viaje

Salir de vacaciones es motivo de gran alegría. Los preparativos, la partida, la ilusión de todo los lugares nuevos que vamos a conocer, las experiencias fantásticas que esperamos vivir.

Si el viaje es por motivos de negocios o de trabajo, la expectativa no es menor. Las ganancias que nos reportarán los acuerdos que logremos cerrar, la confianza de cumplir con las tareas asignadas, todo es motivo de adrenalina y emoción.

Pero ¿cuántos de nosotros tenemos en cuenta la posibilidad de enfermarnos estando lejos de casa? A menos que sufras de alguna enfermedad crónica (diabetes, hipertensión, etc.) que te haga tomar precauciones, por lo general la gente viaja absolutamente despreocupada del asunto. Y es un error.

¿Qué hacer si nos enfermamos durante el viaje? ¿A dónde acudir? ¿Qué medicamentos podemos ingerir y cuáles no? ¿Y si fuera grave?

Hoy en día existe una gran variedad de empresas que brindan seguros de viajero que prevén este tipo de contingencias, pero de todos modos hay algunos recaudos que debes considerar:

La diarrea es la más común de las afecciones que padecen los viajeros. Por lo general está motivada por el cambio de alimentación, el agua ingerida (puede que no sea potable. Recuerda que también hay agua en el hielo de tu bebida), nerviosismo, etc. Lo más recomendable es ultimar las precauciones a la hora de elegir dónde comer, consumir agua embotellada, no probar alimentos que desconocemos o de los cuales no sabemos sobre el procedimiento de preparación (muchos países comen pescado crudo, por ejemplo, y no lo sabes hasta que alguien te lo dice), ser extremadamente cuidadosos al consumir productos lácteos, picantes, etc.

Averigua muy bien antes de salir si el país al que viajas requiere algún tipo de vacunación específica (malaria, dengue, cólera, etc.) y aplícate las vacunas respectivas antes de partir.

Hay estadísticas que indican que las enfermedades gastrointestinales, las infecto contagiosas y las de transmisión sexual son más comunes entre viajeros que entre nativos de un país. En todos los casos debes conocer sus formas de transmisión y prevención para estar especialmente atento.

Otro riesgo potencial para los viajeros son las picaduras de insectos. Debes saber claramente si eres alérgico y qué medicamentos puedes recibir en caso de emergencia y cuáles definitivamente no deben suministrarte. Lleva estas indicaciones en una tarjeta bien clara contigo.

Las precauciones serán superiores si viajas con niños o con personas mayores pues ellos son especialmente sensibles a los cambios y es posible que manifiesten cuadros febriles, diarreas, vómitos, etc.

Por supuesto no olvides llevar los medicamentos que consumes habitualmente (de preferencia en sus envases originales) y recetas de "repuesto" para poder conseguir esa medicación en el país de destino. En algunos aeropuertos debes declarar las drogas que ingresas al país, por lo que es conveniente que lleves un certificado médico y no estará de mas una fotocopia de tu historial clínico si sufrieras de alguna enfermedad de importancia.

Cualquier medida es poca para prevenir imprevistos en lo que se supone debe ser una experiencia inolvidable.