Agencia de Viajes

martes, 26 de agosto de 2008

Una siesta en el aeropuerto

Tu vuelo tiene varias horas de demora. Finalmente llega y pasas dentro del avión otras varias horas más hasta llegar a destino. Cruzas los dedos para llegar a tiempo de la conexión que está esperándote y que temes perder. Luego vendrán los tediosos trámites de aduana y migraciones. Corres por los laberínticos corredores del aeropuerto para comprobar con estupor que el vuelo de tu conexión está "demorado" o lo que es peor ha sido "cancelado" hasta el día siguiente.

Quieres gritar, maldecir, clamar por justicia divina. Será en vano. Los aviones y las compañías nada saben de clemencia ni de compromisos laborales ni de de circunstancias personales que no pueden esperar.

Finalmente respiras profundamente para evitar el infarto y caes en la cuenta de que hace 24 horas que estás deambulando de aeropuerto en avión, de corredor en sala de espera. Ofreces tu reino y todo tu ejército a cambio de una cama donde descansar tus pies y tu alma. Al parecer tus ruegos han sido escuchados. Al menos por ahora en el Terminal 2 del Aeropuerto de Munich.

Debes agradecérselo a cinco estudiantes alemanes que presentaron una idea en el marco de la Competencia Anual de Innovación 2007 y que ha sido puesta en marcha recientemente por el gobierno alemán. Se trata de la instalación de unas "habitaciones" de 2.5mt x 1.4mt provistas de aire acondicionado (frío/calor), una cama muy cómoda, un escritorio y un ordenador con conexión gratuita a Internet.

El costo de este servicio para viajeros agotados será de 15€ los primeros 15 minutos y luego de 4€ por cada 15 minutos que pasen. Algo así como 27€ por una hora de descanso. También puedes pagar un importe fijo de 60€ para pasar allí la noche (9 horas).

Es bastante más económico que un hotel en la ciudad, más práctico, aunque algo más reducido el espacio. Esperamos que la idea se transforme en ejemplo para otras terminales aeroportuarias del mundo, aunque en realidad debiéramos esperar que los vuelos cumplieran los horarios previstos y no hubieran demoras. Pero por ahora, esta iniciativa alemana es mejor que nada.