Agencia de Viajes

viernes, 22 de agosto de 2008

Un hotel en los árboles

Si eres un viajero frecuente o si has ahorrado durante mucho tiempo para unas vacaciones especiales, antes de decidir tu próximo destino quiero dejarte una sugerencia que podría ayudarte a diseñar una experiencia inolvidable.

Cuando viajamos y nos hospedamos en hoteles o resorts, por lo general (con algunas excepciones), encontramos en todas partes un servicio similar: confortables habitaciones, piscinas, spas, paisajes paradisíacos que pueden disfrutarse a través de las ventanas. Pero hay una tendencia en auge que lleva a los viajeros a optar por alojamientos exóticos, hoteles singulares que brindan servicios exclusivos, ubicados en entornos impensados y con estéticas muy personales.

Si quieres saber algo más sobre este tipo de opciones de alojamiento para viajeros "inquietos", puedes visitar la web de Unusual Hotels of the World, que se especializa en recoger información sobre esos establecimientos distribuidos por el mundo capaces de sobresalir por la originalidad de su propuesta.

Allí hemos encontrado una opción especialmente pensada para aventureros y amantes de la naturaleza en su máxima expresión. Es el Safari-Land Resort, ubicado en el Distrito de Nilgiris, Tamil Nadu, India.

Se trata de un particular complejo ubicado en el corazón de un bosque y rodeado de arroyos, vegetación exuberante y con un plácido clima todo el año. Esta zona es hogar del mítico elefante asiático, el animal terrestre más grande del mundo, tigres, cientos de especies de osos, ciervos y aves.

Uno de los más singulares atractivos del Safari Land Resort es la originalidad de sus exclusivas "habitaciones" instaladas en las copas de centenarios árboles autóctonos. Todas gozan de las más modernas comodidades en un ámbito de simpleza y austeridad, con vistas a los magníficos paisajes de la región.

Si visitas India no te pierdas la oportunidad de contactarte con la naturaleza salvaje del corazón de Asia, su magia, misterio y por sobre todo, dormir en lo alto de un árbol, arrullado por el trinar de las aves exóticas y mecido por una suave y cálida brisa nocturna.