Agencia de Viajes

jueves, 5 de junio de 2008

Consejos para viajar con un bebé en avión

Quien diga que organizar un viaje, de placer o negocios, es asunto sencillo, miente o nunca viajó. Es que desde el armado de la maleta, hasta disponer de toda la documentación necesaria, suelen ser situaciones complejas y muy agotadoras.

Aunque hoy es posible adquirir paquetes o billetes vía Internet, de todos modos la operación requerirá varios llamados para certificación de códigos de tarjetas de crédito, luego a la agencia para verificar que hayan recibido el pago, averiguar día y hora de entrega del billete adquirido, etc.

Y allí no termina todo, faltan los traslados al aeropuerto, check-in, esperas, retrasos en los vuelos, en fin, viajar es una de las cosas más hermosas que nos regala nuestro tiempo, pero la previa es extenuante.
Imagínate entonces, si viajando solo o en compañía tienes cientos de puntos que resolver, cuanto más si lo haces con tus hijos o peor aún, con un bebé. ¡Auxilio!

Es por eso que James Wysong, un reconocido columnista de turismo en Estados Unidos, compiló una serie de sugerencias para quienes deben viajar en avión con un recién nacido. Toma debida nota, son consejos imperdibles:

  • Aunque tu presupuesto sea acotado, lo más recomendable es adquirir un ticket para el bebé y llevar contigo el asiento que usas para el niño en el auto. Esto te evitará cargarlo durante todo el trayecto y el bebé viajará también más cómodo. El gasto extra vale la pena.
  • No confíes en que la compañía aérea solucionará tus inconvenientes de último minuto: lleva pañales, biberón, comida, juguetes, bebidas, medicamentos, leche. Aunque cueste creerlo no todas las empresas de aviación cuentan con estos servicios.
  • Si el niño es menor de dos años, lo más recomendable es escoger los asientos que se hallan del lado de las ventanillas, pues el niño dormirá mejor. Si en cambio, son mayores de 2 años, lo más indicado es tomar los asientos del lado del pasillo para que puedan moverse libremente (cuando el vuelo lo permita, claro)
  • No olvides la diversión: lleva juguetes que puedan entretener a tu niño, pero que no sean demasiado ruidoso para no provocar la ira de los demás pasajeros. También puedes llevar suficiente papel y pinturitas. Un truco es esconder alguno de sus juguetes favoritos unos días antes del vuelo, y volver a dárselos a bordo del avión, el niño se alegrará enormemente de volver a verlos y se entretendrá con ellos un tiempo prudencial.
  • No te molestes con los demás pasajeros ante malas miradas o pedidos de silencio. Expresa tus disculpas y recuerda que tú también estarías molesto si llevas cerca un niño ajeno que llora incesantemente.
  • Controla a tus hijos. No permitas que en su deambular molesten a otros pasajeros. Eres tú el responsable por ellos, no el personal de a bordo.
  • Lleva suficientes toallas húmedas para limpiarlo todo. Recuerda que los niños ensucian todo a su paso.
  • Si tu bebé está muy molesto y no detiene su llanto, tómalo en brazos y vete hacia la zona posterior del avión, tus vecinos de asiento lo agradecerán.
  • Consulta con el pediatra si puedes darle sedantes suaves que le hagan más tolerable el viaje. Es importante que sólo lo hagas bajo prescripción médica.
  • Los cambios abruptos de altitud pueden ser muy molestos para los frágiles oídos del bebé y éste puede asustarse o sentir dolor. Si le das un dulce durante el despegue y el aterrizaje, sentirá menos las consecuencias de estos movimientos.
Cuéntanos tu experiencia y aporta sugerencias para que otros viajeros no se desalienten ante la posibilidad de viajar con sus niños.